El fundador de Telegram, Pavel Durov, de origen ruso, se encuentra bajo imputación y control judicial en Francia tras ser detenido el pasado sábado en el aeropuerto de Le Bourget, al norte de París. La justicia francesa lo acusa de no actuar contra la difusión de contenidos delictivos en su plataforma de mensajería cifrada.
Durov enfrenta cargos de "complicidad en la administración de una plataforma en línea por permitir una transacción ilícita en banda organizada", con una pena máxima de 10 años de prisión. Otros delitos que se le imputan incluyen la negativa a colaborar con las autoridades en las interceptaciones autorizadas por la ley y el blanqueo de crímenes en banda organizada. Además, los magistrados investigan su supuesta "complicidad" en la distribución de imágenes de pornografía infantil, narcotráfico, estafa en banda organizada y asociación de malhechores para cometer delitos, entre otros cargos.
La compañía Telegram ha declarado tras la detención que "cumple con las leyes de la Unión Europea" y que "es absurdo afirmar que una plataforma o su propietario son responsables de los abusos". El abogado de Durov, David-Olivier Kaminski, argumentó en el tribunal de París que es "totalmente absurdo pensar que el responsable de una red social como Pavel Durov pueda estar involucrado en hechos criminales" que se cometerían a través de su mensajería. Kaminski, junto con su colega Julia Bettach, defiende que "Telegram cumple con todas las normas europeas sobre lo digital y opera con políticas de moderación similares a las de otras redes sociales".
Telegram, que cuenta con 900 millones de usuarios, se ha posicionado como una alternativa a las plataformas de mensajería estadounidenses, criticadas por la explotación comercial de los datos personales. La mensajería cifrada, que defiende la confidencialidad, juega un papel crucial en el contexto del conflicto ruso en Ucrania iniciado en febrero de 2022, siendo utilizada activamente por políticos y observadores de ambos bandos. Sin embargo, sus detractores acusan a Telegram de albergar contenidos ilegales, desde imágenes sexuales extremas hasta desinformación y servicios de compra de drogas.
La investigación en Francia comenzó el 8 de julio por complicidad en delitos organizados en la plataforma y también se emitió una orden de detención contra el hermano de Durov, Nikolai, cofundador de Telegram en 2013.
Moscú ha calificado los cargos contra Durov de "muy graves" y ha advertido a Francia que no intente "intimidar" al empresario, aunque el presidente francés, Emmanuel Macron, ha negado que la detención tenga motivaciones políticas.
Durov, cuya fortuna es estimada en 15.500 millones de dólares por la revista Forbes, ha recibido apoyo del jefe de la red social X, Elon Musk, y del denunciador estadounidense residente en Rusia, Edward Snowden. Según Telegram, Durov también posee la nacionalidad de Emiratos Árabes Unidos, país donde la compañía tiene su sede. Emiratos Árabes Unidos ha solicitado a Francia un acceso consular para Durov.
En los últimos días, han surgido numerosos interrogantes sobre el momento y las circunstancias de su detención, especialmente sobre las razones que llevaron a Durov a viajar a París a pesar de la orden de detención en su contra.
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