En un movimiento histórico que profundiza la ruptura con Rusia, el Parlamento ucraniano aprobó una ley que prohíbe la Iglesia Ortodoxa vinculada al Patriarcado de Moscú. Esta decisión, respaldada por 265 de los 450 diputados, marca un hito en la separación religiosa, social e institucional entre ambos países, dos años y medio después del inicio de la invasión rusa.
La Iglesia afectada, otrora la más popular en esta nación de mayoría ortodoxa, ha perdido numerosos fieles en los últimos años a medida que el sentimiento nacional ucraniano se fortalecía. Este proceso se aceleró con la creación en 2018 de una Iglesia Ortodoxa ucraniana independiente y se intensificó tras la invasión rusa, abiertamente apoyada por el Patriarcado de Moscú.
A pesar de que la Iglesia en cuestión anunció en mayo de 2022 la ruptura de sus lazos con Moscú, el gobierno ucraniano sostiene que, en la práctica, mantiene su dependencia. La ley, que aún requiere la firma del presidente Zelenski para entrar en vigor, otorga a las parroquias afectadas un plazo de nueve meses para cortar sus vínculos con la Iglesia Ortodoxa Rusa.
Reacciones encontradas
La decisión ha generado reacciones encontradas. Mientras el presidente Zelenski celebra la aprobación de la ley como un paso hacia la "independencia espiritual" de Ucrania, el Patriarcado ruso la condena como un "acto ilegal" que viola la libertad de conciencia y los derechos humanos. La portavoz de la diplomacia rusa, Maria Zajárova, también criticó la medida, calificándola como un intento de Kiev de "destruir la ortodoxia canónica".
El futuro de las parroquias afectadas
La Iglesia vinculada a Rusia cuenta aún con unas 9.000 parroquias en Ucrania, en comparación con las entre 8.000 y 9.000 de la Iglesia Ortodoxa independiente. La eliminación de las parroquias vinculadas a Moscú podría llevar meses, incluso años, ya que la prohibición de cada una deberá ser aprobada por un tribunal.
Apoyo popular a la medida
Encuestas recientes revelan un amplio apoyo a la prohibición de la Iglesia vinculada a Moscú, con un 66% de los ucranianos a favor. Además, el 54% de los ucranianos se identifican con la Iglesia independiente, mientras que solo el 4% lo hace con la subordinada al Patriarcado ruso.
La decisión del Parlamento ucraniano refleja la profunda transformación que vive el país en su búsqueda de una identidad nacional independiente de Rusia, incluso en el ámbito religioso. La prohibición de la Iglesia Ortodoxa vinculada a Moscú es un paso audaz que, sin duda, tendrá repercusiones significativas en el futuro de Ucrania.
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