El encuentro entre altos diplomáticos de Estados Unidos y Rusia, celebrado este martes en el palacio de Diriyah, en Riad, marca el primer paso para reiniciar las relaciones entre ambos países, las cuales han alcanzado su punto más bajo desde la invasión rusa a Ucrania. La reunión busca, según los involucrados, "restablecer" los vínculos diplomáticos y sentar las bases para posibles negociaciones sobre Ucrania, así como preparar un eventual encuentro entre Vladimir Putin y Donald Trump.
Washington estuvo representado por su secretario de Estado, Marco Rubio, quien arribó a Arabia Saudita el lunes. Por su parte, Moscú envió a dos negociadores experimentados: el ministro de Relaciones Exteriores, Serguéi Lavrov, y el asesor diplomático del Kremlin, Yuri Ushakov, quienes llegaron también a Riad el mismo día.
El día previo al encuentro, Rubio se reunió con el príncipe heredero saudita, Mohamed bin Salmán, con quien abordó la situación en la Franja de Gaza. Según informó la portavoz del Departamento de Estado, Tammy Bruce, durante la reunión se destacó "la importancia de un acuerdo para Gaza que contribuya a la seguridad regional". Además, se reafirmó el compromiso de ambos países para aplicar un alto el fuego en Gaza y garantizar la liberación de todos los rehenes, incluidos los ciudadanos estadounidenses.
Las relaciones entre Estados Unidos y Rusia han estado prácticamente congeladas desde la invasión rusa de Ucrania hace casi tres años. Este encuentro en Arabia Saudita, sin embargo, ocurre a solo unos días del tercer aniversario de ese conflicto y sigue a una llamada telefónica entre el presidente de EE. UU., Donald Trump, y su homólogo ruso, Vladimir Putin, la semana pasada.
Zelenski: "EE. UU. Quiere 'Complacer' a Putin"
A pesar de las expectativas de reanudar el diálogo, el conflicto en Ucrania no será el único tema de la agenda. Fuentes del Departamento de Estado indicaron que no se considera esta reunión como el inicio de una "negociación" sobre Ucrania, sino más bien como un seguimiento de la conversación telefónica entre los dos líderes. Según Dmitri Peskov, portavoz de la Presidencia rusa, la reunión en Riad se centrará principalmente en "restablecer" las relaciones bilaterales y preparar el terreno para futuros diálogos sobre una solución para Ucrania.
Por su parte, el presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, viajará el miércoles a Arabia Saudita. Según su portavoz, el gobierno de Ucrania no fue informado oficialmente sobre las conversaciones entre Estados Unidos y Rusia. Zelenski advirtió que Ucrania "no reconocerá" ningún acuerdo sobre su futuro alcanzado sin su participación. En una entrevista con la cadena pública alemana ARD, el presidente ucraniano afirmó que Estados Unidos busca "complacer" a Putin, añadiendo que Washington pretende "una victoria rápida", pero que lo único que realmente buscan es "simplemente un cese al fuego, no una victoria real".
Exigencias de Moscú
La reciente llamada de Trump a Putin y la perspectiva de iniciar negociaciones para poner fin a la guerra en Ucrania ha generado malestar tanto en Europa como en el gobierno ucraniano, que teme quedar desamparado. Las potencias europeas, que no fueron invitadas a las conversaciones en Riad, se reunieron en París para definir una respuesta común sobre la seguridad en Europa. Lavrov, por su parte, aseguró que los dirigentes europeos no tienen cabida en futuras negociaciones, ya que buscan "continuar la guerra" en Ucrania.
El secretario de Estado, Marco Rubio, señaló que "un proceso hacia la paz no depende de una sola reunión" y subrayó que, cuando se inicien las "verdaderas negociaciones", Ucrania debe estar "implicada". El Kremlin, por su parte, ha insistido en que, si se realizan conversaciones sobre el futuro de Ucrania, Kiev participará "de una forma u otra".
En cuanto a las demandas rusas, Moscú exige que Ucrania ceda cuatro regiones del este y sur de su territorio, además de la península de Crimea, anexionada por Rusia en 2014. También pide que Ucrania renuncie a su intención de unirse a la OTAN, algo que Kiev rechaza de manera tajante. Rusia, además, quiere garantías de que ningún país de la antigua Unión Soviética ingresará a la OTAN y exige la retirada de las tropas y armamento de la alianza de los países que se unieron a la organización después de mayo de 1997. Estas demandas fueron rechazadas tanto por la OTAN como por Estados Unidos en enero de 2022, lo que llevó a la invasión de Ucrania por parte de Moscú un mes después.
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