El empresario Eduardo Elsztain continúa consolidándose como uno de los grandes beneficiarios de la era Javier Milei, ampliando su cartera de inversiones con un nuevo giro hacia la minería. Esta vez, se ha convertido en el principal accionista (12,7%) de la compañía australiana Challenger Gold, que explota la mina de oro Hualilán, ubicada en la provincia de San Juan. Con una inversión de u$s6,6 millones, Elsztain refuerza su posicionamiento en la extracción de oro, un sector que promete seguir siendo lucrativo, especialmente con la proyección de que el precio del oro podría superar los u$s2.950 por onza en 2025.
Este paso marca una nueva etapa en la diversificación de la canasta de inversiones del magnate inmobiliario, quien ya posee una sólida base en el sector agrícola y en proyectos inmobiliarios. De hecho, Elsztain preside Austral Gold, empresa que cuenta con varios activos mineros en Argentina y Chile, entre ellos la mina Casposo-Manantiales en San Juan, y el Complejo Guanaco-Amancaya en Chile. A su vez, ha logrado consolidar una red de alianzas estratégicas que le permiten ampliar su influencia en la industria minera.
La mina Hualilán, situada en el departamento de Ullum, es un vasto terreno de 600 km² destinado a la extracción de oro. Si bien en un principio se le ha otorgado la concesión sobre 235 km², la ambición de Elsztain es clara: capitalizar las riquezas auríferas de la región. La aprobación del proyecto por parte del gobernador sanjuanino, Marcelo Orrego, y la firma de la Declaración de Impacto Ambiental en octubre pasado abren la puerta para el desarrollo de lo que será el primer proyecto minero aurífero aprobado en la provincia en los últimos 17 años.
El vínculo entre Elsztain y la mina Casposo también es clave. En 2024, Challenger Gold firmó un acuerdo para procesar 150.000 toneladas anuales del mineral proveniente de Hualilán en la mina Casposo. Para financiar la adecuación de Casposo, Elsztain obtuvo un crédito de u$s7 millones del Banco de San Juan, controlado por la familia Esquenazi, fortaleciendo aún más su presencia en la región.
Además de su rol en el sector minero, Elsztain a través de su firma Inversiones Financieras del Sur (IFISA), posee Cresud, el gigante agropecuario que gestiona más de 800 mil hectáreas en Argentina, Bolivia, Brasil y Paraguay. Esta diversificación refleja la estrategia de Elsztain para mantener una posición dominante en sectores clave de la economía argentina.
Argentina, con sus vastos recursos naturales, sigue siendo un imán para la inversión minera. El país cuenta con dos de las 25 minas de oro más grandes del mundo: Veladero, operada por Barrick Gold y Shangong en San Juan, y Cerro Moro, de Pan American Silver, en Santa Cruz. La minería de oro en Argentina produce aproximadamente 35 toneladas anuales, y en 2024, las exportaciones de este metal preciosos crecieron un 37% interanual, alcanzando los u$s2.753 millones.
Con la aprobación del Régimen de Impulso a las Grandes Inversiones (RIGI), que ha sido ampliamente respaldado por la Cámara Argentina de Empresarios Mineros (CAEM), se estima que hay u$s25.000 millones en proyectos mineros que podrían triplicar las exportaciones del sector y duplicar los empleos actuales, elevando la producción minera a u$s12.000 millones anuales.
En este contexto, el poder de influencia de empresarios como Elsztain crece, al tiempo que la minería en Argentina se consolida como uno de los sectores más rentables para la inversión extranjera. Con su incansable capacidad de diversificación y una mano firme en los negocios, Elsztain parece haber encontrado en el oro argentino una mina de oro inagotable.
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