El sueño expansionista de Donald Trump

A menos de tres semanas de su regreso a la Casa Blanca, Donald Trump ha reavivado su apetito por nuevas conquistas territoriales, lanzando sorprendentes declaraciones sobre el Canal de Panamá, Canadá y Groenlandia. En una serie de recientes comentarios, el futuro presidente de Estados Unidos ha dado rienda suelta a sus ambiciones expansionistas, lo que ha generado controversia e inquietud tanto a nivel internacional como en los propios Estados Unidos.

El Canal de Panamá: una reivindicación controvertida

Donald Trump ha renovado su interés en el Canal de Panamá, un vínculo clave de 80 kilómetros que conecta Asia con la costa este de Estados Unidos. El canal, bajo control panameño desde hace 25 años, representa el 5% del tráfico marítimo mundial y genera miles de millones de dólares en ingresos anuales. Sin embargo, Trump ha expresado su deseo de que Estados Unidos recupere el control del canal, argumentando que los barcos estadounidenses están siendo excesivamente cobrados por el tránsito.

El presidente panameño, José Raúl Mulino, ha desmentido tales acusaciones, aclarando que el canal no está ni en venta ni en proceso de traspaso y que los peajes son iguales para todos los países. Trump también ha insinuado, sin pruebas, que la presencia de soldados chinos en la zona podría implicar un control de facto del canal. Las autoridades panameñas han respondido que la única presencia china se limita a dos puertos en sus extremos, sin un impacto directo sobre el control de la vía navegable.

Canadá: el 51º estado y una guerra arancelaria

Trump no solo ha puesto la mira en Panamá. También ha expresado su interés en Canadá, al que ha calificado en varias ocasiones como el "51º estado" de Estados Unidos. Esta retórica no ha impedido que proponga un aumento del 25% en los aranceles aduaneros a los productos importados desde su vecino del norte, lo que ha preocupado al gobierno canadiense. A finales de la semana pasada, el Ministro de Finanzas y el Ministro de Asuntos Exteriores de Canadá viajaron a Washington para tratar directamente este tema con Trump.

Groenlandia: un territorio de riquezas naturales en la mira de Trump

Otro de los territorios que ha despertado el interés de Donald Trump es Groenlandia, la isla más grande del mundo, rica en recursos naturales como plomo, hierro, zinc, níquel, oro y metales raros. Estos recursos son clave tanto para la industria armamentística como para la producción de baterías eléctricas, un sector que Trump ha identificado como estratégico para el futuro de Estados Unidos. Además, Groenlandia cuenta con grandes yacimientos de arena, esencial para la construcción. Trump no ha ocultado su deseo de comprarla, un intento que ha causado sorpresa y rechazo tanto en Dinamarca como en el gobierno groenlandés.

El juego de la negociación: más que provocaciones

Si bien las declaraciones de Trump pueden parecer desmesuradas, su enfoque parece estar orientado a fortalecer su posición en futuras negociaciones. Consciente de su peso mediático, Trump sabe que al generar controversia y "mostrar músculo", puede posicionarse de manera más favorable en temas clave, como el control de rutas comerciales, la relación aduanera con Canadá o el acceso a recursos en Groenlandia. Como hombre de negocios, Trump es experto en utilizar tácticas de presión, jugando con las expectativas de los demás como si fuera una mano de póker, con el objetivo de lograr concesiones importantes.

En los próximos meses, estos temas podrían convertirse en puntos de fricción en las relaciones internacionales, a medida que Trump busque imponer su voluntad, ya sea para reducir impuestos en el Canal de Panamá o reconfigurar acuerdos comerciales con Canadá y Groenlandia. (RFI)


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