El anuncio del Gobierno de autorizar el autoservicio de combustibles en Argentina ha generado una fuerte resistencia sindical, ya que esta medida pone en peligro decenas de miles de puestos de trabajo. Apenas semanas después de esta confirmación oficial, una empresa turca especializada en surtidores de combustible, Mepsan, aterriza en el país a través de un acuerdo con la empresa marplatense NCM Servicios, lo que marca el inicio de una nueva etapa en la desregulación del sector.
Mepsan, que llega al país con la intención de instalar surtidores de autodespacho, se suma a la expectativa de la desregulación del mercado, que permitirá la instalación de estos equipos en estaciones de servicio a lo largo de todo el país. Según detalló Luciano Martín, socio gerente de NCM Servicios, los equipos de Mepsan son totalmente compatibles con el nuevo sistema y competirán con las dos marcas dominantes en el mercado argentino, Wayne y Gilbarco. Además, se prevé que la empresa marplatense invierta más de 2 millones de dólares en 2025 para la comercialización de los surtidores.
Este acuerdo estratégico, que se viene gestando desde hace cuatro años, marca un paso importante en la expansión de NCM Servicios, que adquirió la tecnología de Mepsan para competir en un mercado que se prepara para la implementación del autoservicio de combustibles. Sin embargo, la medida ha sido recibida con preocupación por parte de los sindicatos, que advierten sobre el impacto negativo que tendrá en el empleo.
El ministro de Desregulación y Transformación del Estado, Federico Sturzenegger, confirmó que el Gobierno tiene intenciones de habilitar el autoservicio en todas las estaciones de servicio del país, aunque aún no se ha fijado una fecha exacta para la implementación de la medida. A pesar de que algunos empresarios apoyan la medida como una forma de reducir costos, los gremios están en alerta debido a las implicaciones laborales y los posibles riesgos de seguridad que conlleva un mal manejo de las estaciones de autoservicio.
Según estimaciones de los sindicatos, en 2022 el sector empleaba alrededor de 65 mil personas en todo el país, cifra que podría verse gravemente afectada por la introducción del autoservicio. Esta medida, que busca modernizar el sector y abaratar los costos para los empresarios, podría convertirse en un golpe devastador para los trabajadores, que ven en esta reforma una amenaza directa a sus fuentes de empleo y seguridad laboral. La desregulación del sector, aunque promovida como una solución económica, podría dejar a miles de trabajadores fuera del mercado laboral, lo que representa un desafío para la estabilidad social del país.
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